Beneficia estimulación de lluvias más de dos millones de hectáreas en Chihuahua, Sinaloa y Sonora

La puesta en marcha del proyecto de estimulación de lluvias en Chihuahua, Sinaloa y Sonora, reportó precipitaciones extraordinarias en un polígono de dos millones de hectáreas, lo que permitirá enfrentar los efectos de la sequía en la agricultura y la ganadería de la zona.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, a través de la Comisión Nacional de las Zonas Áridas (Conaza), informó que a finales de junio de este año inició la siembra de nubes en estas entidades, con apoyo de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), para atender el ciclo productivo primavera-verano 2022.

Indicó que las condiciones de nubosidad que se han registrado en la presente temporada han permitido aplicar el yoduro de plata en las nubes para precipitar la lluvia, una tecnología amigable con el ambiente.

La dependencia federal detalló que la ruta en Chihuahua abarcó la zona norte del polígono, la cual comprende los municipios de Guerrero, Bocoyna y Carichi, además de la región de Culiacán, Sinaloa y la zona norte de Sonora.

Los principales beneficiados son ganaderos y agricultores de las regiones contempladas, ya que al recuperar la humedad del suelo se propicia el crecimiento de alimento para el ganado, la siembra de cultivos de temporal y, de forma colateral, se generan escurrimientos hacia presas, anotó.

Expuso que en el proyecto participan también la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y la Agencia Federal de Aeronáutica Civil (AFAC), en coordinación con los gobiernos estatales.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) participó en Chihuahua con un avión. Los gobiernos de Sinaloa y Sonora apoyan con aviones propios para realizar los sobrevuelos tendientes a estimular las nubes. El ingeniero Alejandro Trueba es el responsable de la planeación y programación de este tipo de vuelos, los cuales se realizan a partir del análisis de las condiciones meteorológicas.

En abril pasado, Agricultura puso en marcha el proyecto de estimulación de lluvias para mitigar los efectos del desabasto de agua de la zona metropolitana de Monterrey, Nuevo León -donde también se combatió un incendio- y en el distrito de riego DR-025, Bajo Río Bravo, Tamaulipas.